Por Aixa de López Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío». -Isaías 43:1 Quiero que el mundo sepa tu nombre. Porque eres real. El hecho de que no pudiéramos llevarte… Leer más
Ya se fue, pero lo vi sufrir. Cuando ya no tenía sonido, abría el piquito y cerraba sus ojos. Me asombró mucho como una cara tan pequeña y tan diferente a la de un humano puede dibujar agonía del mismo modo. Lo tratamos de atender aún sabiendo que las posibilidades eran diminutas, como la fuerza… Leer más
Acabo de besarla. A la primera, porque las otras dos ya duermen. “Feliz noche. Mañana es un día largo, dormíte”… “adiós mami”. Cierro la puerta y pienso en la que hoy besa a la suya por última vez. Mañana también será un día largo para ella, por razones diferentes. Razones impensables. Quizás sea el día… Leer más
por Aixa de López La esperanza es la bisagra en la cual se determina el curso de una vida. Eso en lo cual esperamos es lo que empuja todo lo que somos… el objeto de nuestra esperanza comanda lo que hacemos. Esto puede o no ser consciente, pero todos estamos siendo completamente moldeados por eso… Leer más
Por Aixa de López Parecía muerto. Yo dije “¡lo maté!¨ Pero hoy amanece. Y lo veo por la ventana, bajo la briza y el cielo inusualmente, totalmente blanco. Viendome. Hermoso. Radiante. Sonriendo. Calmado… porque es lo que había planeado todo este tiempo. Había tratado de decirme pero no le entendí. Lo vi por la ventana…. Leer más
En honor a la abuelita, para la gloria de Cristo.
Por Aixa de López Ayer me dieron el gran honor de pronunciar algunas palabras en el funeral de la Abuelita Alice. Madre de mi suegro, el Pastor Jorge H. López (y una hermana y 3 hermanos más) y abuelita de mi esposo (y otros 15 nietos más, bisnietos y tataranietos). Vivió 85 años y yo… Leer más
Manchas de chocolate
Por Aixa de López Para Don Julio y Alex. Odio las manchas de chocolate. Sobre todo en ropa blanca. Son una pesadilla. No salen. Es como si se volvieran parte de la fibra de la tela y se aferraran porque su misión fuera cambiarle el color. Pero. Amo el chocolate. Del oscuro. Suficientemente dulce… Leer más