un chimpance, unos tenis rosados y otras ridiculeces
Por Aixa de López
Los cristianos decimos ciertas frases… nos fascina decir para los cumpleaños “Que Dios conceda las peticiones de tu corazón”…como que todos lo hemos dicho con la mejor y más noble de las intenciones, porque queremos que el cumpleañero esté muy feliz y asumimos que sólo desea cosas buenas…
Cuando Jesús me rescató, mi corazón venía equipado con deseos idénticos al de mis vecinos no-creyentes. Yo quería y me afanaba por exactamente las mismas cosas. Lo del trabajo, lo de la casa, lo de la ropa, lo de la vida de ensueño. Mi corazón sin Cristo, quería lo que cualquier corazón quiere… Lo único era que yo creía tener un arma secreta que me lo daría: Jesús.
Eso de pedirle a Dios que nos dé exactamente lo que nuestro corazón desea trae un problema… “Engañoso es el corazón, más que todas las cosas” (Jer. 17:9). Lo sé yo. Tengo varios años caminando bajo la poderosa mano soberana de Dios y le agradezco con todas mis fuerzas que no me haya concedido muchos de los deseos de mi corazón. Si me hubiera concedido todo lo que le he pedido, tendría un chimpancé (petición de mi yo de 10 años) y unos reebok ochenteros de bota color fusia (petición de mi yo de 12 años) entre otras ridiculeces inmencionables y otras más profundas y que realmente me costó aceptar. Tim Keller dice que si supiéramos lo que Dios sabe, pediríamos exactamente lo que Él nos da.
Mi corazón no es de fiar. Él siempre sabe mas. A veces su voluntad me sabe mal pero me hace mucho bien.
Ese saludo cariñoso cristianizado viene del Salmo 37 y realmente lo cortamos donde nos gusta y nos quedamos con la mitad que se centra en nosotros… una trágica edición del texto …y de la vida. La verdad, decimos y cantamos que Jesús es el centro, pero creo que a menudo, nos estamos cuenteando. Un montón de gente que se llama a sí misma cristiana no tiene a Jesús como Señor, como Rey. Lo tienen como lo traté de tener yo… un genio de la lámpara, un consultor, un ayudante, un mago que me debería dar de una manera u otra lo que yo pienso que es bueno porque “yo soy buena gente y sirvo cuidando bebés en la sala cuna y ya no digo malas palabras…”
Pasé años sin ver la belleza hipnotizante y sin par de Jesús y por eso, no lo veía como el verdadero tesoro de mi vida, mi promesa cumplida. Debía haber más. Y hay algo fuerte aquí: o uno mira a Jesús como ese Rey majestuoso, indescriptiblemente bello y poderoso, o uno lo ve como alguien útil. Alguien con quien vale la pena hacer “sociedad” para alcanzar eso otro que consideramos realmente bello, y absolutamente necesario. Qué arrogancia.
Yo no pedía cosas evidentemente malas… pero he llegado a entender que cualquier petición que sea la número 1, si no es Él, nos va a dejar muertos, garantizado. Es un peligro pensar que necesitamos algo extra a Jesús. Mortal. Este camino por el que me lleva, me está dejando claro que todo es por Él y para Él y que como dice CS Lewis, no puedo poner mi esperanza en lo que de cualquier modo voy a perder. Aún si es lindo y bueno. Mi familia, mi llamado, mi salud, y los chunches…
El versículo completo es “Deléitate en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón”. Y el ajo está en esa primera parte. Sin deleitarme o encontrar mi descanso y alegría, en el Señor, voy a estar toda la vida pidiendo charadas que pienso que son lo que necesito para estar bien y voy a tratar a Jesús como mandadero, no fin último.
Tener a Jesús en el centro significa que nuestro anhelo más profundo es Él, al costo que sea. Deleitarme en Él significa que el alivio de mi vida y la alegría más deliciosa que existe para cada átomo de mi existencia, es quién Él es y no lo que pueda darme.
Sin el consejo completo de la Biblia, pedimos montón de pamplinas egoístas. Dios te rescata por amor, te muestra tu porquería, te llama al arrepentimiento y te da hambre y sed de justicia. No de las cosas que tienen las Kardashian o de los eventos del Pinterest y ¡ni siquiera de relaciones perfectas! Al empezar a amar la Biblia pasa que el corazón deja el ropaje viejo como una culebra deja su piel, y desea otras cosas… que no son cosas. Cosas que hacen a mis vecinos no-creyentes cuestionar mi salud mental. Cosas que en realidad, son vehículos que nos llevan a postrarnos con la cara en el piso para adorarlo.
Steve Brown, un predicador de vocerrón profundo, profesor de teología, le dijo a un grupo de muchachos recién entrados al seminario: “yo no oro para que Dios los mantenga a salvo y que jamás les pase nada… eso oran sus papás. Yo oro porque Dios los lleve a un punto tal, que no tengan otra alternativa más que depender de la sola gracia del Padre”. Qué grueso y qué atinado.
Yo no siempre lo quiero a Él más que a algo más. Mentiría. Mi corazón de oveja es terco y torpe y se distrae. Pero mi Pastor es el más bueno y paciente, y me da de regalo un corazón que inexplicablemente late más fuertecito por Él cada día.
Yo sólo quiero que me dé o me quite, lo que sea necesario para atesorarlo a Él como el mayor deleite de mi vida. Jesús no es el medio para conseguir lo que queremos. El es nuestra meta y todas las cosas sirven para que veamos que ÉL es todo. Quiero quererlo más que a cualquier otra persona o cosa. Eso pido. Quererlo.
Si lo que pedimos es tenerlo a Él, jamás nos vamos a quedar sin recibirlo. Por eso yo no voy a desear que te conceda nada, sin antes pedir que tu mayor petición sea Él. Ese es el deseo de un corazón que fue traído a la vida por el electroshock de la gracia, en una cruz donde un Rey que no era de este mundo, murió pidiendo que nos perdonaran. Feliz cumpleaños.
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Que buen artículo! Me anima y me desafía a crecer en nuestro Señor.
Lo leo y pienso…cuanto me falta! Cuanto por crecer en Cristo tengo todavía! Al igual que, por lo menos yo, nunca escuché a un niño de 5 años decir, de motus propio, «este es mi juguete favorito, te lo regalo» nosotros, los jóvenes o adultos que creemos en Cristo y que seguramente, aunque no todos, alguna vez en nuestras vidas evidenciamos que no estábamos creciendo en Cristo al pensar en lo que podíamos obtener de parte de Dios, de la Iglesia y aun del mundo, orando a Dios sólo pidiéndole, pidiéndole y pidiéndole. No viviendo con la eternidad en mente, sino en el «aquí y ahora» pasando por alto el punto de vista que tuvo Pablo, el de un deudor. » Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar al mayor número.» 1 Corintios 9:19.
Que cada día podamos anhelar mas a Él y menos de Él, anhelar mas al dador y tener nuestro gozo completo en su amor y perdón. Mirar la vida con la eternidad en mente y al igual que Pablo, pensar en qué podemos dar. El miraba la vida con la eternidad en mente y decía con una perspectiva inusual, «soy deudor», deudor a Cristo, a su Iglesia y al mundo. Que como vos dijiste, Dios nos dé o nos quite lo que Él considere necesario con tal de verlo como nuestro mas grande y único tesoro, porque sabemos que los creyentes tenemos absoluta certeza de lo último aún cuando tengamos mucha incertidumbre de lo inmediato.
Agradezco a tu esposo que te insistió para crear este blog, de cuantas bendiciones nos estaríamos perdiendo!
¡Gracias por escribir! Que precioso todo lo que reflexionaste. La evidencia de que CRISTO te ha rescatado no es lo que recibiste solamente, sino lo que estás dispuesto a dar…
Todo lo que sale de tu pluma, es lindo, atinado e inspirador! Es como oírte hablar, me encanta tu lenguaje particular para describirlo todo!!! Soy tu fan No.1, te amo y te admiro! Felíz y afortunada de ser tu hermana!!❤️
Qué buen mensaje, confronta, me lleva a la reflexión, al principio, a la esencia de la vida cristiana, a El, nos perdemos queriendo que nos dé (o me dé) tantas cosas en lugar de quererlo y anhelarlo más a El… gracias por este mensaje
Qué buen mensaje, confronta, me hace reflexionar, volver al principio, a la esencia de la vida cristiana, a El, nos perdemos queriendo que nos dé (o me dé) tantas cosas en lugar de quererlo y anhelarlo más a Él… gracias por el mensaje
Gracias!! No existe mejor regalo.. Es bueno leer lo que no sé poner en palabras, el anhelo de mi corazón.
Que bonito escribe. Me gustó mucho el artículo y me llamo mucho la atención el pedazo que decía que hay un montón de gente que se hace llama cristiana pero que no tiene a Jesús como centro ni rey de su vida… es tan cierto pero a la vez tan triste y cosa que realmente me da terror y espero nunca alejarme de él porque aunque a veces me cuesta aceptar lo que él hace le digo que haga siempre su voluntad y se cumplan sus sueños y deseos para mi vida y no los míos porque yo asumo saber lo que quiero pero él mejor que yo sabe lo que necesito. Usted escribe muy bonito y tiene toda la razón. Dios la bendiga y siga inspirando a mucha gente como a mí para poner a Dios siempre primero y a animarnos a servirle y estar cerca de Él con estos escritos tan bonitos.
Gracias por plasmar de manera tan simple, una verdad tan profunda.
He terminado de hacer mi devocional y entré a leer su blog. Siempre es un privilegio leerla y saber que Dios es su inspiración. Que no escribe para agradar a sus lectores ni a ningún hombre, sino que su propósito es agradar el corazón del Señor.
Es cierto, mucha gente quiere que la voluntad de Dios se rinda a sus deseos, pero a menudo por ese «corazón de oveja», no entendemos o se nos olvida que el asunto es al contrario, es nuestra voluntad rendida a sus deseos. Hoy mi oración fue esa, servirle pintada del color de su sangre, así a muchos les sea estorboso o poco llamativo. Tal vez mucha gente prefiera vernos vestidos de pavo real pavoneándonos de la gracia inmerecida, pero estoy aquí para hacer Su voluntad y para amarle porque sin Él nada tendría sentido, por lo tanto estoy aquí para ser el instrumento y no el concertista.
Él es el fin en sí mismo y por eso nos dice en Su Palabra en Salmos 119;57: «Mi porción es Jehová, he dicho que guardaré tus palabras»… Él, Él es mi Tesoro!
Muchas gracias por escribir y edificarnos con sus mensajes… Siempre me hacen ir de la risa al llanto y viceversa, me confrontan con la humana que soy y con la necesidad absoluta que tengo de Dios! Un abrazo desde Colombia.
Me encantó!
Hace un tiempo que te sigo en Twitter y concuerdo mucho con lo que comentas. Hoy he querido «profundizar» más en tú perfil para conocerte mejor y al leer este artículo no me decepcionó, una vez más es afín a lo que yo pienso. La gloria es de Dios que usa a sus vasos como él quiere siempre que hayamos rendido nuestras vidas a Dios.
Dios te bendiga. Un saludo desde España. Eli
Pastora este corazon a papel ha dado respuesta a lo que he estado pidiendo, una enseñanza mas para mi vida
Deseo deleitarme en mi Dios todos los dias y no saber que El es el centro de todo
Bendiciones
Techy