Subibaja
Por Aixa de López
A veces olvidamos que los Salmos son canciones, y hay Salmos, que parecen canciones de rock pesado. Dicen verdades tan fuertes, que nadie los imprimiría sobre una taza o un delantal. Pero allí están y están por algo. Me caen bien los cristianos que no los pasan por alto, y que hasta se detienen a meditar y aplicar… eso fue lo que hizo mi querido amigo Javier Arriola hace un par de años, por la situación que atravesábamos (y en muchas maneras, seguimos atravesando) en nuestro país -y el mundo- obliga.
El Salmo fue el 82:
«Dios preside el consejo celestial; entre los dioses dicta sentencia: «¿Hasta cuándo defenderán la injusticia y favorecerán a los impíos? Defiendan la causa del huérfano y del desvalido; al pobre y al oprimido háganles justicia. Salven al menesteroso y al necesitado; líbrenlos de la mano de los impíos. »Ellos no saben nada, no entienden nada. Deambulan en la oscuridad; se estremecen todos los cimientos de la tierra. »Yo les he dicho: “Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo ”. Pero morirán como cualquier mortal; caerán como cualquier otro gobernante». Levántate, oh Dios, y juzga a la tierra, pues tuyas son todas las naciones.”
Me impresiona cómo la Biblia es tan clara en decir que defender la injusticia está totalmente en el lado opuesto de defender al más débil. Como un subibaja. O uno se coloca de un lado, o se coloca del otro.
Y Todos somos una misma desgracia sin Dios… queremos reinar. En Guatemala y en la última aldea del rincón más remoto del universo. Queremos ser Él. Eso es lo que dice la Biblia en Romanos 3. Por eso es que Jesus dijo que «nos es necesario nacer de nuevo» porque nuestra naturaleza es ser así. Hay un famoso dicho de Mark Twain: «entre más conozco a los hombres, más quiero a mi perro» y lo comprendo. Lo traicionero de la gente y la nobleza de los animales. Lo horrible de la hipocresía y el afecto transparente de los perros. La avaricia que hace hombres ciegos y la ternura que hace a un animal amar después de mil maltratos. Solía abrazarlo, al dicho ese, antes de empezar a comprender el problema que nos pudre la raíz a a todos y ahora no puedo ponerme en una categoría más alta. Ahora digo «entre más conozco a los hombre… más corro a Dios». Porque sabiendo lo horribles que somos, dio su vida, siendo Él perfecto, ¡porque no había otra forma de pagar nuestra maldad! ¿Cómo llegamos a aceptar, aplaudir y hasta legislar lo que ofende a Dios? Nos creemos Él y realmente pensamos que nos saldremos con la nuestra. Nos reímos de la Verdad y de la justicia divina, porque pensamos que nunca será ejecutada y que lo de la Biblia es una fábula. Los hombres malos hacen su voluntad porque creen que nunca serán alcanzados. Esto tampoco es sorpresa para la Biblia:
«Afilan su lengua como espada
y lanzan como flechas palabras ponzoñosas.
Emboscados, disparan contra el inocente;
le tiran sin temor y sin aviso. Unos a otros se animan en sus planes impíos,
calculan cómo tender sus trampas;
y hasta dicen: «¿Quién las verá?»
Maquinan injusticias, y dicen:
«¡Hemos tramado un plan perfecto!»
¡Cuán incomprensibles son
la mente y los pensamientos humanos!»
Salmo 64:3-6
Y dan ganas de salir corriendo… porque pareciera que el mundo es comandado por malvados que van a ganar.
¿Cómo se puede seguir en medio de esta avalancha de injusticias? subiendo al lado correcto del subibaja. Viendo a lo eterno. No se puede de otro modo. Jesús regresará a enderezarlo todo. Esa es nuestra esperanza. Ninguna impunidad es eterna. Aunque cada vez es más difícil distinguir la información verdadera de la falsa, lo que es seguro es que ninguna injusticia se quedará así. Y mientras tanto, los que somos Suyos, hacemos SU trabajo. No porque creamos que lo vamos a terminar, pero porque es lo justo y quien lo terminará, no tarda.
El Salmo termina con una plegaria a Dios porque regrese pronto a juzgar, porque Ese Juez no falla y es imparcial. Una vez más, contraste. Subibaja. Los que se creen dioses, «caerán como cualquier gobernante», pero Dios, es el dueño de todas las naciones. Temporal vrs. eterno. Alucinación vrs. Verdad. El juicio final será fiesta para los que fuimos ya justificados y que por ese amor, estamos peleando por vivir en santidad. Los justificados queremos ese juicio porque los débiles sufren y no lo podemos pasar por alto y el Rey que se hizo débil para vencer, tampoco.
«He visto al déspota y malvado
extenderse como cedro frondoso.
Pero pasó al olvido y dejó de existir;
lo busqué, y ya no pude encontrarlo….
Pero tú, espera en el Señor,
y vive según su voluntad,
que él te exaltará para que heredes la tierra.
Cuando los malvados sean destruidos,
tú lo verás con tus propios ojos.»
Del Salmo 37
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