Corazón a papel

Recibe mis publicaciones en tu correo

Parque. Cuya. Terremoto.

Por Aixa de López

 

Mi hija cumplió 10 y no pudo entrar al parque al que tanto anhelaba. Todos viajamos juntos, todos con información equivocada, todos decepcionados en la puerta, porque estaba cerrada. Su corazón quedó roto y con lágrimas mojaba, sus cachetes tan preciosos, y su hermano, a llorar la acompañaba.

Mi hijo tenía una cuya, cuya edad era de 3. Enfermó sin dar aviso, y rescatarla imposible fue. En una caja la metimos con toda su peludez, con ternura mi chiquito la acarició última vez. La lloró él y al verlo lloré yo, su abuelita hizo el coro y en el patio la enterró.

En el pueblo de San Pedro hubo tremenda sacudida, hubo polvo, hubo ruido y hubo gente confundida. Las paredes se cayeron, se rajaron las demás, se perdieron muchas casas y enlutaron las mamás. Los ositos y almohadas de sus chiquitos dueños, quedaron enterrados con muchos de sus sueños. Las lágrimas rodaron y aún siguen cayendo…

Estos tres sucesos pasaron bastante seguidos. Y los tres se tratan de pérdida.

Puede parecer controversial decir que un parque cerrado, una mascota muerta y un terremoto y su devastación, sean lo mismo. El truco está en recordar que no somos Dios. Los humanos categorizamos el dolor. Nos encanta archivar los lutos en gavetas muy bien distinguidas o en perchas de tallas diferentes. Decimos tonteras como “el dolor X es peor que el dolor Y”. Para Dios, dolor es dolor. Y si es tuyo le importa y le duele.

Cada vez que nos animamos a atravesar el patio para pararnos frente al Trono, estamos a solas. No hay colas, no hay numeritos como en esas librerías infernales que venden útiles escolares, no hay presión de competencia de necesidades.

Es en verdad milagroso. Es incomprensible. Pero nada hay imposible para Dios y al venir frente a Él, le importan solo tus lágrimas, las de nadie más. La oración no es una fila de atención al cliente, es una alfombrita de bienvenida en la puerta de tu casa, y Dios sabe ser, espectacularmente, experto en hacernos sentir como hijos únicos a TODOS los que nos acercamos.

Ese día en que mi hija lloró por su decepción del parque cerrado, el Presidente de mi país, declaró Duelo Nacional,  y subidos en el carro sin su sueño cumplido, me volteé y le dije: “Hoy me preguntaste qué era el duelo. Esto que estás sintiendo es duelo. Ese enojo espantoso por el que no sabés a quién culpar, mezclado con frustración y mucha tristeza, es duelo mija. Llorá” y me atreví a decirle que Dios estaba tan interesado en SU perdida como en la de las familias afectadas por el terremoto.

No escribo esto para los que quieren callar el dolor de otro, sino para los que no saben con quién llorar. Tu dolor jamás debe producir vergüenza. A Dios no lo tenés que convencer de que te duele y mucho menos, tenés que excusarte por sentirlo. Él jamás va a ser de esos que dicen “Shhh! Ya pasó.” Una de las cosas más maravillosas del Dios al que llamo Padre es que no está tan interesado en arreglarme el dolor, o callarme, cuanto en sostenerme cerca para que lo conozca, y confíe en que a Él le importa. Si es tu corazón y está roto, es suficiente información para que Él abandone sus quehaceres y corra a abrirte la puerta para abrazarte.

«Cercano está el Señor para salvar
a los que tienen roto el corazón y el espíritu»

Salmo 34:18

 

También estoy…

En Twitter, en Facebook, en mi Blog

 

 

 

Firma Aixa de López

4 respuestas a “Parque. Cuya. Terremoto.”

  1. mariela de pineda dice:

    pero q belleza!!! mil gracias pastora Aixa, es usted una gran bendición para mi vida, muchas veces olvidamos que Dios siempre está allí y que esta listo para consolarnos y darnos el amor y comprensión que necesitamos. Gracias, que Dios la siga usando, usted es una gran pero gran bendición para muchas personas. Le amamos mucho!!

  2. Patricia Mazariegos dice:

    Gracias por este fragmento. Tambien siento fuerte esa tendencia del humano a colocar cantidades para definir si es mucho o poco. Que bueno que Dios no las necesita. Me recordaste que mi dolor, aunque parezca tonto para algunos, es importante para Dios, he tratado de convencerlo que de veras duele, pero ya no lo hare mas. =)

  3. Rosalba Pérez Ramírez dice:

    Gracias, hermosa reflexión 🙏

  4. Londy dice:

    Me encanto !!!! Gracias por esta reflexión … y el Salmo … corro a sus brazos …🥰

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

0
    0
    Tu Carrito
    Tu carrito está vacíoRegresar a la tienda