no digan que fui buena
Hoy que estoy llena de vida y en mis cabales, quiero pedirles anticipadamente un favor, antes de mis servicios funerales.
No se asusten que no tengo nada, no hay un diagnóstico, ni una mala corazonada.
Es que nos pasamos la vida viendo que otros mueren, y nos hacemos los locos y nos sorprendemos, como si a nosotros no nos tocara.
¿Porqué será que nos creemos invencibles y eternos? Nos sentimos demasiado en casa, en este cuerpo muerto.
Antes que venga mi turno, les dejo en claro algo. No se me pongan serios, que para llegar al cielo estamos.
No digan que fui muy buena, porque estarían mintiendo.
No vayan a dar un discurso que sólo cuente mis triunfos y aciertos. Eso jamás daría honra a mi o a mi Maestro.
¡Qué cursi! y que incompleto. Si alguien se atreve, tienen mi permiso de darle un buen cuentazo y luego un abrazo de mi parte, para que vea que aprecio su intento.
Si todo lo que fui, es alguien «buena gente», ¡qué desperdicio de vida y que desperdicio de sangre inocente!
¿Quien necesita salvación si es que se llama bueno? ¿Qué gloria trae rescatar a alguien que no esta medio muerto?
El que diga que yo decidí entregarle mi vida a Cristo está mintiendo. Él me rescató cuando mi vida valía un bledo. ¡Fue Él! …mi rescate es un milagroso misterio. Un corazón muerto no puede salvarse sólo, es necesario un Salvador, alguien que lo haga latir de nuevo.
Jesús no era una de mis opciones, no llegó porque yo lo llamara o para llenar mis condiciones.
No había algo que yo pudiera hacer tirada en el camino… mi enemigo me robó, me dejó gravemente herida. Yo sin moverme, sin poder gritar, sin tener fuerzas para irme a refugiar.
Pasaron otros tipos, pero sin querer arriesgar, me dejaron bien tirada y se apuraron a pasar.
Pero vino mi Maestro, sus pies vi avanzar, con mi cara en el polvo, no pude ni voltear.
Él se apuró a tocarme y con fuerzas me cargó, me limpió cada herida y a su asno me subió.
Mientras iba caminando, y pensó que me dormí, lo oí orando, lloraba por mi.
Yo no pude haber ganado su simpatía o favor. Era imposible, considerando cómo me encontró. Está claro que no fue mi fuerza, habilidad o mi valor lo que lo impresionó.
Si paró y me dio su ayuda, pagando hasta el hospital, no es porque yo pudiera pagarle, sino porque su corazón bueno no tiene par.
Si algo bueno tengo, es que no pude esconder, mis heridas y fracasos y mi fragilidad la pudo ver. El que gana en este mundo es el que logra el éxito, pero mi éxito más grande fue haber sido hallada rota por el Rey del universo.
Si yo hubiera tenido fuerzas, o bondad siquiera un céntimo, hubiera pensado que fue eso que lo atrajo, y no sabría que sin Él todo es un cuento.
No hay justo, ni aún uno. No digan que fui buena, porque bueno solo hay uno.
Digan que mi mayor triunfo y felicidad fue llamarme pecadora arrepentida.
Digan que sin ese rescate, era una mujer perdida.
Que nadie piense que me voy al cielo por lo que logre hacer, mis obras solo son fruto de que en aquel atardecer, mi Salvación llegó y me regaló lo que no merecía, vi cómo pagaba mi cuenta sin preguntar si lo valía… Eso me pegó a Él y me cambió toda la vida.
Si hice algo bueno, no me lo inventé yo, es que Él empieza a vivir en quienes rescató.
Así qué no sean cuenteros y no digan que fui muy buena, que si para algo servía, era para ir corriendo a contarle a El mis penas.
Cuenten lo que pasa cuando Él ofrece gracia, hablen de Su gloria, y del fingir que mata. Allí está la fuerza y la belleza: en la debilidad. Que nadie piense que debe arreglarse a sí mismo para venir a ganar.
Bueno solo uno, bueno sin parar. Bueno para siempre. Bueno en verdad.
Aixa de López está…
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Hola Aixa;
Recientemente te encontré en internet, me clavé con el primer escrito y llegué a este que ha marcado mi corazón, simplemente porque yo hace unos meses pedí lo mismo, por favor NO DIGAN QUE FUI BUENA!
Tú lo escribiste y aterrizaste mejor que yo! Pido tu permiso para publicarlo en mi muro por su puesto con tus datos como creadora.
Que bendición conocerte a través de tu blog y de los 140 caracteres en twitter!
Saludos desde México DF
Melina
Melina que bendición recibir tu comentario! Perdón que no te respondí antes! No soy tan buena en manejar esta tecnología del blog y bueno… Claro que puedes compartirlo! Abajo de cada post está la opción COMPARTIR y hay muchas opciones para hacerlo! Te agradezco. Y tan bonito encontrar alguien que justo escribe lo que sentís o pensás! Gracias y un abrazo!
Ciertamente jamas nos gloriaremos de nada que tenemos…
Fascinante armonía de palabras qué degustan el paladar de la lectura y un espíritu certero de la verdad contenido en cada letra!
Bendiciones
Qué hermosas palabras! ❤ Aixa, gracias por dejar que El Señor utilice su vida. Es de bendición para mi vida.