Las flores me dijeron
Por Aixa de López
Parecía muerto. Yo dije “¡lo maté!¨
Pero hoy amanece. Y lo veo por la ventana, bajo la briza y el cielo inusualmente, totalmente blanco. Viendome. Hermoso. Radiante. Sonriendo. Calmado… porque es lo que había planeado todo este tiempo. Había tratado de decirme pero no le entendí.
Lo vi por la ventana. Sin hablar me dijo que saliera a verlo. Porque depués de todo, fue Él quien decidió regresar. Ya estaba esperando afuera antes de que yo me despertara. Su amor me llamaba.
Y bajé y me quedé perpleja de cómo logró combinar una fuerza invencible y una ternura conmovedora. Parecía un soldado con mil historias entre pecho y espalda y la satisfacción de una misión cumplida. Volvía de pelear lo que nadie jamás podría soportar, pero se veía radiante. Una guapura hipnotizante . Uniforme condecorado estilando. Igual que su cabeza, cejas y pestañas. Las manos con cicatrices cubiertas de briza y dejando caer gotitas sobre las botas de combate. Triunfante y tierno. Fuerte y sereno. Sonriendo bajo la briza y el cielo blanco.
Esperando paciente a que yo amaneciera. Así es Él, amanece antes que nuestros ojos. Sus flores salen antes que el sol. De hecho, se forman en la oscuridad. El final feliz ya estaba adentro de Él aunque nadie lo podía ver. Es un soldado… una semilla… y a menos que peleara y muriera, no podía ganar. A menos que se rompiera, no podía ser invencible. Mató a la muerte cuando murió siendo inocente. Mató a la muerte viviendo para Su Padre mientras moría cada día. Porque viene de un Reino diferente, donde se gana al rendirse.
Oi ruido afuera. Eran enemigos suyos. Soldados peleando la batalla equivocada. Burladores de su bondad. Ignorantes de su belleza. Pensadores ciegos. Por un momento me asusté, por un momento capturaron mi atención. Me enojé… me angustié. Los oi riéndose de lo que hizo. Ignorando la Verdad. ¡Y convenciendo a tantos! Pero él me sonrió y extendió su mano para que yo también saliera a mojarme bajo la briza… esa brisa de gotitas casi microscópicas que parecen no tener fuerza, pero que caen con tal constancia, que llegan a empapar. Y le di mi mano… porque ya tenía mi corazón. Y me abrazó tan fuerte que mi pijama se mojó al tocar su uniforme. Y allí me dijo al oído que no me preocupara. Que ya venía el día en que todos lo verían como realmente es y ninguno quedaría igual.
Muerto no está. Diga lo que diga este mundo que Adán rompió. Él está sereno y espera afuera de la ventana. Aunque haya ruido afuera. Aunque la mentira avance. El final feliz está listo. Las flores formándose en medio del secreto, el color intenso adentro de las ramas que parecen muertas.
Las flores me dijeron. Ellas salen para eso.
Dios te siga bendiciendo mi amada pastora; he ido aprendiendo tanto de las promesas y maravillas de mi Padre. Promesas que para mí solo eran eso, pero su grandeza y poder es inimaginable. Gracias por instruirme y recordarme que El, es el camino la verdad y la vida; pues solo es esa verdad que a veces nos negamos a escuchar la que nos lleva por el camino de salvación y redención y que nos ofrece esa vida eterna, donde todo es nuevo e infinito así como los cielos.
Abrazo
Dios!! Cuanta belleza🙇♀️💖