La grama sabe
Veo banquetas, jardines, caminos, y noto la grama y los lugares donde falta.
Es como si pudiera sentir el dolor de las pisadas y decidiera retractarse.
¿Cómo distingue entre la buena tierra y la mala? ¿Piensa para sí y luego decide morir?
Veo lugares claros donde ella aprendió a no florecer o prosperar. Quizás concluyó que su crecimiento allí en vano iba a dar. Ella aprendió que de nada servía, que era machucada día tras día.
¿Podría ser que pensó para sí: Mejor me protejo, mejor no crezco aquí, todo mi trabajo se desperdicia sin fin?
¿Es posible que consideró escoger donde no ir? Adivino que, probablemente creció en lugares donde vio que debía.
Los caminitos que se forman en los lugares que duelen, son de provecho para otros que vienen. Hay belleza en saber dónde no crecer. Te hace completa y sabia y útil y fuerte.
Publico esto depués de haberlo leído en una prédica sobre cómo tratar a la mujer… a petición popular.
Lo escribí en mi despesperación por dos cosas: 1. el tráfico en Guatemala que me obliga a ver banquetas y arriates donde hay grama (o no) 2. el maltrato que vemos que reciben tantas mujeres, adentro y afuera de la iglesia… logré descifrar que de algún modo una mujer se puede llegar a sentir como la grama…
También estoy…
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