Hueso roto
Una carta a la familia espiritual cuando uno de nosotros cae…
Me duele el corazón todo lo que estamos pasando. EstaMOS, así en plural, porque jamás un pecado cometido en privado se queda sin pasar la factura a cuantos amamos al que lo cometió y a los que destruye con él. No creo equivocarme cuando digo que ninguno de nosotros ha sido el mismo desde la noticia. No se funciona igual con un corazón roto… se rompe y se le salen tantas preguntas… pero les escribo para que nos esforcemos en hacer las correctas… esas deben siempre referirse más a nosotros mismos que al del pecado más notorio del momento.
Parte de lo que hace esto tan doloroso, es que entre nosotros alguien pudo atravesar estos niveles de dolor y enfriamiento, ¡sin que los demás nos diéramos cuenta!. Sea producto de una buena producción de fachada o no, yo regreso en los recuerdos y me pregunto ¿cómo fue posible «convivir» sin ser realmente visto? ¿Qué faltó o falta? ¿Cómo es realmente la vida en comunidad a la que fuimos llamados? ¿Estamos empujándonos unos a otros hacia Jesús y Su Palabra o solo hacia producir algo para Él? ¿Estamos demasiado ocupados para que Él nos conozca? (Porque ¿recuerdan esas espeluznantes palabras de Jesús «apártense de mi… nunca los conocí»?); Es horrible pero necesario reconocer que es completamente posible trabajar para Jesús sin sostener una relación viva con Él. Es completamente posible andar haciendo cosas en Su Nombre sin realmente conocerlo.
Perdemos demasiado tiempo pasando por alto esto y es serio ¡de muerte! ¿qué clase de pueblo somos, que es posible vivir estas vidas falsas por tanto tiempo? ¡Tenemos parte si no lo hablamos!
Es imposible ser los mismos después de conocer la caída de un miembro del Cuerpo; tratar de fingir que el hueso roto sólo necesita una venda y maquillaje cobrará caro a largo plazo.
¿Y si nos hacemos preguntas más directas y difíciles? Preguntas amorosas y oportunas como ¿cómo están tus tiempos con Dios? ¿Que estás leyendo en tu Biblia? ¿Ya viste tu orgullo en x o y?… porque ya no es tiempo de jugar a la política dentro de la iglesia y la máxima prioridad es la gloria de Dios y la santidad, no ganar un concurso de popularidad y caer bien siempre. El estado de nuestras almas, la relación con Dios… Eso debería ser la máxima prioridad de los amigos que comparten el vínculo real en Cristo.
Si me aman, me van a decir la verdad no lo que quiero escuchar (por eso tengo mucho cuidado cuando percibo que alguien me adula y persuado las amistades que no están para nada impresionados con alguno de mis dones). Pido lo mismo para Alex. No dejen pasar lo que ustedes saben que no se cuadra a las Escrituras. Eso es amor y verdadera comunión.
Dios diseñó Su Cuerpo para guardarnos del error e irnos alertando. No se puede ser cristiano y aislado al mismo tiempo. «La relación con Dios es personal pero jamás privada». No se trata solo de pasar tiempo juntos y sacar la tarea del momento, sino de pasar a ser un oasis seguro para expresar las dudas, temores y confesar los pecados regularmente sin temor a la burla, el juicio o la indiferencia, para que regresemos a la cruz juntos, vez tras vez, porque sólo en ella existe la posibilidad de darle la gloria a Dios viviendo en santidad… creciendo en humildad al ver claro lo que nuestro Cristo estuvo dispuesto a pagar por nuestras asquerosidades. Ese es precisamente el vínculo que nos hizo familia…
Antes de ser equipo de trabajo, somos Cuerpo. No nos pertenecemos a nosotros mismos, nos pertenecemos a Cristo y unos a otros y marcamos la pauta para el mundo, de cómo se encarna la vida abundante. Que estos dolores nos muestren nuestro propio potencial de destruir y nos quite los temores de hablar la verdad en amor.
“Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.”
Gálatas 6:1-2
En Cristo,
Aixa
En el cuerpo de Cristo decir la verdad en amor por cruda que sea es muy liberador.
Gracias por ayudarme a recordarme hacía donde deben dirigirse las preguntas cuando esto pasa. Soy culpable de dirigirlas hacia el lado contrario.
¡Gloria a Dios por su misericordia!
Hola Pastorcita Aixa!!!. Acabo de leer «Hueso Roto», y tocó mucho mi corazón!!!. Cómo? para procurar ser Familia en las buenas y en la malas, para tratar de vivir en Santidad y en concordancia, y para exhortar y tratar de levantar a otros con el mismo Amor y paciencia que nuestro Amado Padre nos levanta cuando hemos caído. Te amo en el dulce Amor de Jesús Pastorcita querida, tus escritos me son de demasiada bendición!!!.
Gloria al Señor por poder servirles así ❤️