Envejecer & madurar

Estoy envejeciendo. Y tú también. Desde el día de nuestra concepción hay un programa biológico corriendo diseñado para cambiar y cambiar y cambiar nuestros cuerpos… para dejarnos saber que somos de barro. Y necesitas saber que volverte viejo no es sinónimo de madurar, porque lo primero llega sin invitación pero lo segundo es un proceso de reflexión diaria, confrontación y lucha interior ante El que es Verdad. Y estamos invitados a conocerlo, porque para eso nacimos, no sólo se trata de sobrevivir y envejecer. Estamos convidados a una vida que nos enseña a morir y nos hace imposible existir sin esperanza ni gozo. La gente espiritual avanza en sus años decreciendo en egoísmo y deseando dar más. La gente espiritual envejece pero no se marchita, hereda gozo, sabiduría y vida de camino a su muerte. La gente espiritual deja de fingir y puede amar. Eso es madurar.
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.” -Salmo 90:12
Deja una respuesta