Club Marta
Por Aixa de López

Club Marta. Membresía gratis, Insatisfacción garantizada. Ilustración por Aixa de López. Todos mis derechos reservados 🙂
¿La sabés? Esa historia de cuando Jesús entra a la casa de sus amigos de siempre, Lázaro, Marta y María, y María se sienta y escucha y Marta trabaja y alega? La he leído o escuchado mil veces (va, no mil, 896) y creo que no había entendido muy bien cuál era el asunto.
Si yo te llevo la delantera y esta es tu vez #0 en saber de la historia, acá va un resumen: Jesús llega de visita. María se muere por oír de lo que cuenta, se sienta con ojos de chivo ahorcado a solamente ponerle atención, y Marta, medio lo saluda y entra a seguir trapeando y preparar el café y los sánguches, y le pide a Jesús que porfa regañe a su hermana, la fodongota, porque obviamente, está completamente perdida, a lo que Jesús, responde: “Marta… Marta… ella se quedó con la mejor parte” (y ahora me imagino a Marta limpiándose las manos en su delantal con furia y clavándole a María una mirada de telenovela).
En mi contexto guatemalteco, una mujer haragana es de la peor estirpe, una mujer distraída y desenfocada del “oficio” es una mujer muy defectuosa y una mujer que no sea “aseada” es simplemente y por default, una mala mujer. (claro que el trabajo es honroso y esto no es un pasaporte a la haraganería, enfoque gente, enfoque) Por eso, cuando vemos la historia y esos 3 personajes, aquí, la audiencia aplaude mentalmente, secretamente, a Marta, aunque al llegar al pedazo donde Jesús le sonríe a María y dice “ella ha escogido la mejor parte” todos aplaudan con sus manos. Mentira. Nuestra lógica humana pelea con la idea de aprobar a una mujer (o cualquier otra persona) que solo se sienta a recibir beneficios sin sufrir.
Yo creía que este pasaje se trataba solamente de no afanarnos y descansar en la presencia del Maestro, y si, en parte, enseña de eso, pero ¡creo que encontré el ajo en la olla!
Creo que el rollo de Marta era el mismo que el del hijo mayor en la historia del hijo pródigo, el mismo rollo de los fariseos… Todos ellos comparten la característica de trabajar duro para “cumplir las reglas” y tratan, con buenas intenciones, de quedar bien para ir bien y llegar bien. Son gente correcta con motivos incorrectos. Asumen que si siguen la receta al pie de la letra, van a obtener lo que sale en la foto del libro de cocina, igualito, y si algo no sale así, se frustran y se resienten… y no entienden. Es gente que ama las listas y contar puntos. Son de esos niños que ven el plato y cuentan las papas fritas que les tocaron y luego cuentan las de su hermanito y alegan, porque o hay una menos o porque una mide 0,3 cm más.
Marta se revolcaba de dolor al pensar que María sin más ni mas, estaba recibiendo la validación por la cual ella hubiera matado! Recordemos que esta María era la misma que le lavó los pies a Jesús y que era ampliamente conocida por su… ejem… reputación. Esa misma, era juzgada no sólo por la gente, sino por su misma hermana, que era “buena”…
Marta y el hermano mayor del pródigo, alegaron precisamente en el instante en el que sus hermanos recibían su regalo inmerecido. Ni un segundo antes. Si me preguntan, el regalo para esas ovejas negras era un regalo para esos dos también, porque revelaba su interior y su desenfoque del privilegio de estar tan cerca del Padre. Era un regalo para ellos porque podían ser libres de su odio secreto y de su carga pesada de contar puntos. Alegaron porque no entendieron que el amor verdadero no se gana, solo se recibe y luego se refleja y se sigue recibiendo…
Ellos son el Club de Marta. Gente que teniendo a disposición la compañía, historias y sonrisas del Maestro, se limitan a ver a los lados para ver cómo va el punteo, y medir con sus reglas los méritos, y señalan que no es justo que las Marías se sienten de gratis a disfrutar de la gracia.
Para los miembros del Club de Marta, sentarse y recibir el regalo de la atención de Jesús es inaceptable. Tiene que costarles algo, tiene que doler, tiene que ser ganado… no puede ser que acercarse a Él sea tan… tan “solo así”… no entienden que Él dio el primer paso y por eso podemos acercarnos, no hay otra razón. No cachan que si nos afanamos en los resultados nos perdemos el gozo del proceso en el que el chiste es conocer el corazón del Maestro. Se pierden de la aventura de la relación estrecha, porque se preocupan demasiado de la aventura genuina que gozamos las Marías… Las Marías no entendemos esa clase de amor, así que nos limitamos a disfrutarlo. Las Martas se creen tan buenas, que cuando les ofrecen perdón, lo aceptan para no ofender. Las Marías vemos tan claro nuestro pecado que nos tiramos a Sus pies sin dejar de llorar y cuando viene de visita, solo nos arreglamos y no lo soltamos ni un segundo para oírlo y verlo y olerlo, porque dependemos de su mirada buena y sin prejuicio, que se ha convertido en nuestro lugar seguro. El Club de las Martas no puede entender todo esto.
No soy teóloga y si me dejan confesarlo, soy pastora como Diana era princesa… solo que sin las joyas. Jaja. No sé si fallo en analizarla y creo en mi corazón que al final la pobre Marta tuvo que haber agarrado el concepto, porque Jesús la amaba tanto, que no la dejó incompleta… ella lo trataba de amar y si lo vio a los ojos, profunda y detenidamente tan siquiera una vez, tuvo que haberse enamorado bien y dejado el trapeador y acurrucado junto a su hermana para hacer algo de tanto provecho, que nadie lo iba a poder arruinar ni ensuciar para tener que volver a limpiar.
Quizás el Club de Martas dejó de tener un miembro, quizás podemos agrandar el Club de las Marías hoy…
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Simplemente es agradable ser del grupo de las Marias, aunque por momentos se nos olvida y nos regresamos al Club Martas, porque no concebimos que algo sea tan fácil obtener como el amor mas genuino que es el de nuestro Padre. Que nos ama, asi no más, por el derecho que ya tenemos de ser sus hijos.
Me encanta como escribe Aixa y bendigo su vida…..
Gracias por sus palabras Ana! me animan siempre!… todos nos pegamos el regresón de repente verdad? Abrazos
Pastora Aixa ud como siempre bendice mi vida con cada cosa q escribe es como si todo fuese especialmente para mi jaja y me imagino que muchas q la leemos nos sentimos asi, Doy gracias a Dios por su vida, q Dios la siga bendiciendo grandemente, y por cierto q buenas estan sus ilustraciones ya quisiera yo ilustrar asi como ud, y eso q estudio Diseño Grafico en la U y ya mero cierro cursos jajaja Dios la bendiga gracias x todo lo q escribe como siempre bueniiisimo!!! 🙂
Meliza! Gracias por escribir!! Es un gusto compartir las ideas que Dios pone en mi corazon… Y te cuento… Soy diseñadora gráfica de profesión! Y la ilustración siempre ha sido mi rollo:) cafa quien tiene su especialidad. 😉
En muy difícil comprender esa clase de Amor, Sabemos que no podríamos pagar por él, no podríamos ganarlo, Es Increíble que sea tan… tan “solo así”… como tu lo describes … por lo mismo no podemos perdernos el gozo de conocer el corazón del Maestro. Yo quiero SIEMPRE ser del club de Las Marías no entendemos esa clase de amor, así que nos limitamos a disfrutarlo… Gracias Aixa Realmente siempre bendices nuestras vidas con tus mensajes.
Gracias por este precioso comentario! Lo chistoso es que las Marías también corremos el riesgo de pasarnos y ser Martas! Es de recordar a diario ese amor inexplicable…
En muy difícil comprender esa clase de Amor, Sabemos que no podríamos pagar por él, no podríamos ganarlo, Es Increíble que sea tan… tan “solo así”… como tu lo describes … por lo mismo no podemos perdernos el gozo de conocer el corazón del Maestro. Yo quiero SIEMPRE ser del club de Las Marías no entendemos esa clase de amor, así que nos limitamos a disfrutarlo… Gracias Aixa Realmente siempre bendices nuestras vidas con tus mensajes.
Definitivamente ya nos hacia falta un corazón a papel nuevo que nos siga retando a ser mejores. Le doy gracias a Dios por tu vida y por poder ser parte de ella. Gracias pastora! 🙂
gracias Isa! :´) sos una bueeena oveja 🙂