Corazón a papel

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Chris

Por Aixa de López

Ayer recibí una llamada que nadie quiere recibir. Mi querida amiga Loly al otro lado del teléfono, aún sin creerlo ella misma, me anunciaba que su segundo hijo (de 14 años) había fallecido en un accidente. Ella me pidió pronunciar unas palabras en su entierro hoy y por temor a no poder hablar, lo escribí. Con la autorización de ella y su esposo, les comparto lo que dije:

Conocimos a la familia Pineda Tercero en nuestra primera casa, ellos eran «la 1» y nosotros «la 11» y fuimos vecinos al menos 7 años. Muchísimas tardes mis hijos gozaron de la hospitalidad increíble de Loly, con juguitos en caja y galletas Chiki de fresa. Vimos a Chris nacer, gatear, caminar, aprender bici y luego moto. Nunca he olvidado la manera en que decía delicioso -“delishoshio”- y la uso muy seguido cuando hablo con bebés (¡me parece que expresa perfectamente el significado de la palabra!); mi Juan marcos usó mucha de su ropa porque Loly siempre nos apartó herencias…

herencias

Los papás hacemos planes para los hijos y deseamos y nos esforzamos por dejarles aunque sea una pequeña herencia… Todo, absolutamente todo lo que Dios me ha enseñado a desear para mis 4 hijos, Chris hoy posee.

1 Pedro 1:3-6 dice “¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes, a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos. Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo.”

No pasemos por alto que a esta amada familia no le faltó protección de Dios, porque lo que Dios desea proteger es nuestra esperanza eterna y Chris la tuvo. Y la herencia no se refiere a las calles de oro, al mar de cristal, la mansión o al cuerpo sano; en el cielo se nos dará todo eso solo para que podamos medir que es completamente irrelevante comparado al gozo de poder ver a Jesús cara a cara y caminar literalmente de Su mano, porque el pecado con el que luchamos a cada instante ahora, en este cuerpo caído y rebelde ¡ya no existirá jamás! ¡Ya no nos estorbará! y con cuerpos glorificados que incluirán corazones verdaderamente puros, podremos ser perfectamente obedientes y comprobar con nuestros ojos lo que solo creíamos por fe. Y esa será nuestra máxima felicidad.

Desde mi primer embarazo Dios fue claro conmigo y me mostró lo que he llegado a comprobar cientos de veces en la Escritura: mis hijos no son míos. Le pertenecen. Y eso no es nada a lo cuál temer, porque no podríamos tener un dueño más bueno o que nos amara tan fuerte y decididamente o que tuviera más poder.

Dios me ha enseñado lo que es bueno (El salmo 73 dice “para mi el bien es estar cerca de Dios”) y eso me ha vuelto “rara” para orar. Quiero para mis hijos ese bien.

Hace quizás un mes, estacionados frente al colegio, oramos como cada mañana, tomando turnos con los niños, y empecé a hacer mi oración, inclinada hacia el instinto materno de proteger y aferrarme a lo terrenal y temporal, diciendo: guárdanos, protégenos… etc… y sobre la marcha sentí como Dios corregía… o más bien, completaba mi oración… y después de una pausa, terminé diciendo: aún si hoy nos quitaras todo, aún si hoy todo cambiara y termináramos el día totalmente diferente a cómo empezamos, gracias porque lo que nos diste en Cristo es suficiente, porque nos trajiste a tu familia y eso jamás puede cambiar, porque tu regresarás y reinarás en perfecta justicia y todo lo triste será desecho, ¡ven pronto por favor!

Necesitamos desesperadamente dejarnos enseñar por Su palabra dos cosas: que Él es soberano y que los que hemos nacido del Espíritu a una nueva identidad no pertenecemos a este mundo.

Él es soberano y no somos de este mundo.

¡La razón por la que duele tan profundamente todo esto es porque hay una alarma interna, innegable, que indica que esto no puede ser todo! ¡El sufrimiento es lo que nos arranca las raíces de este mundo porque no fuimos hechos para él! Pablo lo dice en Romanos 8:22-24 “Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no sólo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados…”

Las mujeres sentimos morir al dar a luz y nuevamente sentimos morir al entregar a un hijo; es dolorida esta espera, pero hay esperanza para soportarla. Ya vendrá ese glorioso día.

¡Enseñemos a nuestros niños a orar oraciones completas, que rebasen cada vez más sus deseos naturales de seguridad y comodidad, y que sean enfocadas en un bienestar que nunca pueden perder!

No pongamos sobre sus hombros pesos que no les corresponden. Si enseñamos que pidan con fe solo por una lista de bondades que se irán, su fe se esfumará cuando no reciban lo que pidieron, pero si les enseñamos a pedir a Cristo y Su regreso, su fe crecerá y será inquebrantable porque sabemos que lo recibirán. Seamos cristianos que anhelan Su segunda venida, que ellos nos oigan pedirlo en nuestras oraciones. ¡Pongamos atención al dolor de hoy! No lo queramos barrerlo abajo de la alfombra. El fin de días como este es apuntarnos a Cristo. Es desear que regrese. Es quererlo a Él. El cielo será el cielo, no porque nos tendremos unos a otros, sino porque tendremos a Jesús frente a frente y no hay algo que falte en su presencia.

NADA.

FALTA.

EN SU PRESENCIA.

Es gloriosa la descripción en Apocalipsis 21:1-5: “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza».”

El cielo será el cielo, no porque recuperaremos lo perdido, sino porque Jesús tendrá con él a quienes soñó desde el principio: rebeldes enemigos transformados en hijos que saben que son amados, aptos para habitar el lugar perfecto, no por sus buenas obras, sino porque el rescate de nuestra alma secuestrada fue pagado totalmente en la cruz del calvario. ¡Nuestro gozo será completo! ¡Nuestro Salvador, cercano!

Habiendo dicho todo esto… quiero asegurarles, Loly e Ivan, Ivancito y Dianita, abuelitos, tíos y todos nosotros, que Dios camina al ritmo de nuestro corazón adolorido, porque un día también vio morir a su hijo. A su único. A su verdaderamente Perfecto, no en un accidente, sino en manos de quienes Él trataba de salvar, por orden del Padre mismo… Es un dolor que jamás terminaremos de comprender y un amor que pasaremos adorando eternamente. El es el que minutos antes de resucitar a su amigo Lázaro, lloró frente a su tumba. Jamás dijo: ¡no lloren! (Por cierto… este no es momento de dar razones u opiniones, es día de llorar con los que lloran).

Dios está y estará pendiente de cada lágrima, al extremo de guardar cada una en un frasco… eso dice el salmo 56:8. Tenemos un Dios temible y poderoso y a su vez es un cordero tierno que se mantiene cercano a los de corazón quebrantado, como dice el Salmo 34.

Le pido al Señor que no anhelen el cielo principalmente por reunirse con Chris, porque si él ocupa un lugar central, van a perderse en su dolor y el diablo puede aprovecharse de ese amor comprensible pero desordenado; le pido que anhelen el cielo por Jesús. Si lo desean a Él, obtendrán todo por añadidura, incluyendo estar todos juntos otra vez.

El alivio verdadero vendrá, no de distraerse, sino de enfocarse en la Verdad de la Palabra; mi oración es que El Señor haga brotar hambre y los alimente y sostenga con ella, y les enseñe a caminar con este dolor que antes no existía, con una esperanza que quizás tampoco existía.

Oseas 6:1-3 dice:

“¡Vengan, volvámonos al Señor! Él nos ha despedazado, pero nos sanará; nos ha herido, pero nos vendará. Después de dos días nos dará vida; al tercer día nos levantará, y así viviremos en su presencia. Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra.”

Oración final:

Te pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de tus gloriosas riquezas, los fortalezcas en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios»

Efesios 3:16-19

*fotos Unsplash


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31 respuestas a “Chris”

  1. Iris Melgar dice:

    Es curioso, yo no perdí a un hijo si no a mi madre hace algunos meses, sin emembargo estás palabras me reconfortaron, gracias!

  2. Anny Barragan dice:

    Pastora yo tampoco perdí a un hijo, sin embargo mi cuñada si, hace 20 días, cuando leí estas palabras pensé en ella e inmediatamente se las compartí, sin saberlo en ese momento ella estaba llorando y cuando le dije q le compartiría estas palabras se interesó mucho y luego me escribió y me dijo que era exactamente lo que necesitaba. Gracias Pastora porque estas palabras han sido de bendición, no solo para esta familia si no para más personas que necesitan consuelo para vivir estos eventos que aunque estan en el plan de Dios cuesta entenderlos. Saludos!!! Soy la mamá de Melanie Archila.

  3. Luu Guerrero dice:

    Gracias por compartir con tanta ternura la verdad de Dios …solo nos apunta a desear que Cristo venga pronto!

  4. Ana Cristina dice:

    Hace unos meses perdí a mi mama y estas palabras me llenaron tanto, pido Dios que ayude a los papas de Chris, que los fortalezca dia a dia, un abrazo Aixa y mil gracias por sus palabras que han traido paz a mi alma.

  5. Judith de Meneses dice:

    Yo soy testimonio vivo que Dios sana las heridas de un hijo que se adelantó. Sin embargo a pesar del dolor con el que se aprende a vivir sólo puesta la fe en nuestro Señor que su soberanía es sabia. Gracias por compartir Pastora clamamos por la familia y por la paz en su alma. Usted siempre guiada por el Espíritu Santo sabe transmitir lo que Dios quiere decirnos.

  6. Jaquelin alvarez dice:

    Mu hermana hace 5 meses perdio a su hijita de 5 años.. la peor enfermedad vino ha su vida un tumor cerebral que rara vez sucede a un niño.. la vimos sufrir. Le creimos a Dios. Oramos con mucha fe y esperanza. Pedi tanta misericordia que aun me cuesta pronunciar esa palabra porq sentia como que le pedia a Dios piedad mientras arrancaban a nuestra pequeña de nuestro lado. Ver confusión de la familia ver tanta tristeza en su hermanita que perdía a su compañera de juego, trstar de entender lo mucho que tu vida va a cambiar, sentir impotencia y tanta rabia de no poder hacer nada… Es dificil entender a Dios. Encontrar un proposito y hacerla entender en este momento que Dios la ama. Supongo q es un proceso que tendremos q atravezar En mi cabeza pensaba lo que tu mencionas y se lo digo a mi hermana ximenita era de el no era tuya. Ella esta de regreso con su papi en el cielo.. pero es tan dificil… Gracias por compartir tu mensaje! Voy a buscar uno de los libros q mencionas

  7. Alejandra P. dice:

    Pastora Aixa,
    A diferencia de las otras personas que aqui han compartido, gracias a Dios yo no he perdido a nadie recientemente.
    Pero al leer sus palabras, me he dado cuenta de cuanto hemos pérdido por anhelar las cosas de este mundo y no anhelar a Jesús.
    Nuestra alma gime ante la necesidad que tenemos de ÉL y de su amor.
    Gracias por compartir de su palabra.
    Bendiciones

  8. Dr Carlos salazar franco dice:

    Amen soy catolico creo en. Dios pero sus palabras son reconfortantes para nuestros corazones. Que el Sr lo tenga en su gloria. Gracias

  9. Fernanda dice:

    Gracias a Dios por su vida, Pastora Aixa. Una vez más la usa el SEÑOR para seguir hablando a mi corazón en estos días de luto. Dándome a comprender varias cosas que no había visto con respecto a los hijos. Mi bebita fue primicia para Él. Mi bebita fue libre del pecar. Mi bebita está mejor en Sus brazos que en los míos o en los de su papá (mi esposo). Mi bebita fue recibida con más amor del que nosotros le podíamos ofrecer. Misericordia y consuelo para todos los que estamos en días de sufrimiento por la partida de uno más de los de Él.

    • aixa dice:

      ¡Amén mi hermana amada! ¡Gloria a Dios! Te recomiendo muchísimo la serie de programas de Aviva nuestros corazones que coloqué bajo el post. Sé que Dios lo usará

  10. Griselda Sotelo dice:

    Yo extraño mucho a mi hijo pero se que no lo perdí por que yo se en donde el esta. El recibió a Cristo, declaró con su boca que Jesús era su Señor y su Salvador y tuvo una vida hermosa para servirlo. Y si mu has veces el dolor de mamá te hace perder la perspectiva del cielo por que como usted dice el cielo se trata de Jesús, no de mi pequeño, que lo veré eso es seguro pero mi primer y más grande anhelo es ver a mi Salvador. Gracias por lo que comparte. Bendiciones y paz para los corazones y las vidas de los familiares de los que ya están disfrutando a nuestro Señor Jesucristo!!!

  11. Angela dice:

    Hace un año exactamente hoy perdí a mi padre y estás palabras dan consuelo a mi tristeza y me da esperanza que Dios tiene un propósito perfecto

  12. Isaac y Keyla dice:

    No hemos perdido a nadie aun, mas sin embargo ese amor por lo terrenal esta latente. En este momento estamos leyendole mi esposo y yo, y nos bendice cada mensaje de usted. Que Dios le siga usando para EL.

  13. Martha de Volbre dice:

    Muchas gracias pastora por sus palabras Dios la usa de una forma sobre natural, gracias a Dios no e perdido a nadie pero está enseñanza me ayuda a anhelar más profundamente la venida de Cristo y cómo dice que mis oraciones sean completadas tal ves e pedido a medias que Dios la siga usando.
    Soy la mamá de Karen Volbre

  14. Astrid Rodríguez dice:

    Hola pastora yo también fui vecina de aquella pequeña colonia casa “41”, y conocí a esta linda y unida familia. Que Dios les dé fortaleza y fe.
    Hermosa publicación no cabe duda que Dios puso a la persona indicada para brindarles la verdad de Su palabra. Que Dios la bendiga un fuerte abrazo.

  15. Daniela Virguez dice:

    Amiga, estas palabras han sido una medicina a mi alma que últimamente ha estado tan aferrada a las cosas sin significado eterno. Gracias por esto. Oro para que Dios siga usándote para hablar a las almas angustiadas. Te escribe Daniela Virgüez, una fiel lectora tuya, desde Miami. Espero conocerte algún día. Abrazo.

  16. Linda dice:

    Hola Aixa, hace 9 meses que mi hija Camila está con Dios, 17 días después de haber nacido, a pesar de conocer a Dios y su palabra no puedo describir el dolor tan grande que he sentido con su partida, hace como tres meses me compartieron el capítulo de su libro María Mercedes, realmente me bendijo y llenó mi corazón, hoy terminé de leer el libro y aunque sé que tengo aún mucho camino por recorrer en este proceso, doy gracias a Dios porque siempre ha sido bueno y nunca me ha dejado y sé que un día podré ayudar a otros por medio de esto, Dios la bendiga.

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